Tiempo atrás.
Anna despertó en los brazos de Nico, aquella había sido la mejor noche que había pasado, además de ser su primera vez, había sido con el hombre del cual siempre había estado enamorada.
—Buenos días mi amor, permite que te atienda como lo mereces —habló Nico con un tono de voz romántica y luego se levantó de la cama.
—Buenos días mi amor —respondió mostrando dulzura en su rostro.
Anna se cubrió con la sábana, su corazón palpitaba con fuerza, Nico era genial, estar a su lado era un sueño convertido en realidad.
Unos cuantos minutos más tarde Nico regresó con una bandeja en su mano, un saludable y delicioso desayuno hizo que prepararan para ella.
—Amor, esto no era necesario, bastaba con ir a la mesa —Nico negó y luego se recostó a su lado.
—Lo mereces todo mi vida —besó sus labios y luego tomó el cubierto y llevó pequeños cubos de fruta hasta su boca.
Luego de haber tomado el desayuno Nico llevó sus manos traviesas sobre el cuerpo de Anna, quería un poco más de lo que h