Mundo ficciónIniciar sesiónLa mañana tenía ese filo de hielo que te despierta los sentidos. Ya había puesto en marcha las rutinas: patrullas reforzadas, recorridos de guardia, rotaciones para que nadie durmiera más de lo justo. La manada necesita estructura cuando la sangre corre caliente; yo me aseguraba de dársela. Apenas fui a dejar a Rhyd a la manada de Kaelan y vi a mi Lau, puse manos a la obra, la manada sin luna había caÍdo en un caos, pero apenas llegué noté que Rhyd hizo todo lo posible por arreglar las cosas y lo había logrado, pero de todas maneras faltaba un poco más de orden.
Los guerreros respondían. Les marcaba tareas, afinaba horarios de entrenamiento, repartía armas y raciones. No me gustaba alardear, pero ver la disciplina instalarse me daba la impresión







