Mundo ficciónIniciar sesiónLAURENTH
El calor de Kael todavía estaba pegado a mi piel. Sus manos fuertes en mi cintura, su aroma llenando cada rincón del aire. Pude sentir cómo King rugía dentro de él, celoso, posesivo, como una bestia que se retuerce porque alguien ha mirado demasiado a su hembra. Y yo, lejos de asustarme, sonreí.
Verlo así, tan Alfa, tan dominante, tan mío, tan fuera de sí por mí, me daba un poder extraño… un poder que no venía del miedo, sino del amor.
Respiré profundo y dejé que la calma me recorriera, aunque por dentro mi energía vibraba. Era distinta. Desde que desperté del coma todo era distinto: mis sentidos, mi fuerza, incluso el latido del bebé en mi vientre parecía más fuerte. Y ahora, con Kael frente a mí, furioso y hermoso, sentí algo prenderse en mi interior.
Mis ojos se encendieron.







