Una acompaña a su mejor amiga en una de sus travesuras y acaba con un bombo de una super estrella con aires de grandeza. Ah, espera. Esas cosas no le pasan a nadie. A nadie excepto a miss torpe conocida comúnmente bajo el nombre Aileen Donovan. Uno hace una última parada de su gira en su ciudad natal y acaba embarazando a una adolescente torpe y agresiva. Ah, espera. Esas cosas no le pasan a nadie. A nadie excepto a mi, el chico estrella. El chico que creyó no necesitar la libertad. Ahora el contrato que me subió a la cima se vuelve la soga me va a dar muerte. ¿Cómo puedo volver con la multitud gritando mi nombre cuando mi corazón grita el de ella? Todos los derechos reservados, no se admiten copias ni adaptaciones.
Ler maisEl amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio.
Stendhal.
*
—Dime que me amas y me quedaré, joder.
—Las estrellas no se enamoran—hago una pausa sin poder esconder mi dolor, es más una advertencia o un recordatorio para mi que para él—Las estrellas no se enamoran, Sawyer...
—¿Quién ha dicho entonces que yo sea una jodida estrella, eh?—pregunta él con rabia como si de verdad la estuviera sintiendo, me obligo a misma a recordarme que es mentira, que Sawyer Rees es un ser es incapaz de sentir y menos amor por alguien que no sea él mismo. Narcismo y ego envueltos para mi desgracia por el peor de los delirios que puede haber para una mujer, un hombre que dice amarla a pesar de todo aquello que la hace odiarse.
—¿De repente has dejado de serlo?
—De repente ya no quiero serlo.
No puedo evitar reír a carcajada limpia sin ganas, poco después intento cerrar la puerta en su cara a pesar de la inmediata resistencia que ofrece, al parecer no iba a ponérmelo fácil. Finalmente tras muchos esfuerzos, Sawyer parece rendirse, se marcha y la puerta se cierra poco después de golpe. Dejo caer mi cuerpo hasta llegar al frío suelo sin apartar ni un segundo mi espalda de la madera.
—Las estrellas no se enamoran—susurro rompiéndome en mil pedazos más mientras me froto la barriga con suavidad intentando que las lágrimas vuelvan a su sitio pero es en vano, ya estaban ahí.
Terminé de ponerme la bata de hospital y me acomodé en la cama del hospital. Sawyer estaba justo a mi lado, revisando mi bolsa de hospital. Estaba siendo totalmente terca y no quería empacar mi bolsa de hospital de inmediato. Como, si sé exactamente qué día va a nacer mi bebé, ¿para qué planear?Menos mal que preparó toda la cosa de antemano, porque hubiéramos estado más jodidos de lo que ya estábamos.Papá estaba al otro lado de la habitación, colgando el teléfono de su trabajo.—Estoy listo para que me den una licencia de emergencia durante las próximas dos semanas—dijo ella—Y recuerda, ahora que soy Gerente de Distrito, ¡puedo solicitar una licencia por más tiempo, sin permiso!—¡Eso será genial! ¡Estoy seguro de que podemos usar algo de ayuda adicional!—Dijo Sawyer —poniendo su mano en mi espalda.Lo quité de una palmada. —¿No te acabo de decir que me duele la espalda?—Lo siento, pecas—dijo besando un lado de mi cabeza.—Wei, ¡hola a todos!— Miré hacia arriba para ver al doctor
A I L E E N —Ya has despertado, gracias a dios…—sonrío Jax limpiandose las legañas mientras su padre lo mira con seriedad. —¿Cómo estás?—pregunta finalmente Caleb Hoffman.Lo miro con seriedad. —El médico dice que todo está en orden solo que debo mantenerme lejos del drama—afirmo yo con una sonrisa.Él me mira con seriedad.—Me refiero a lo que te preocupa de verdad—finaliza él.—Dimos todo por este amor y esta nada que nos separa nos está consumiendo—declaro yo con firmeza. Él me mira con dulzura, coloca una mano en mi rostro apartando un mechón rebelde detrás de mi oreja.—Eres mi hija y voy apoyarte en todo—sonríe—Incluso si quieres ir con él—añadió—No me importa esa estúpida enemistad, ya me obligaron una vez a prescindir del amor y no salió bien, no quiero que mi hija pase por lo mismo.Jax lo mira con sorpresa.—Ya lo has escuchado hermanita, creo que hay alguien que ha pasado dos horas a que despertaras para poder verte que le encantará es
S A W Y E R—Os he reunido aquí porque vosotros sois los únicos a las que podría confiar cualquier secreto, incluso la vida—sonrío. Ellos me miran serios. —Sawyer, son las cinco de la madrugada—bostezó Kasem con malhumor.—Estaba a punto de pasar a otra cosa con Malena tío, ahora me bajas tu la erección—susurra de mala manera Byron señalándose el paquete.—Soy todo oídos—susurra Jerome ignorándoles.Por primera vez no parece ir puesto hasta las orejas de drogas. —He decidido aprovechar la oportunidad que me estás dando melenitas, nada de drogas ni alcohol, quiero ser mejor persona—susurra Jerome con seriedad—Ella habría querido que asi fuera.No puedo evitar asentir complacido ante su decisión al igual que el resto.—Supongo que no nos has reunido aquí para hace
A I L E E N—Coge a tu madre—su voz suena autoritaria.Yo solo puedo observar como la sangre va manchando su polo de marca. Ya no queda rastro del Jax Hoffman que había aparecido como un ángel de la guarda. No podía evitar sentir miedo y preocupación por su estado.—Jax, déjalo por favor—supliqué.—¿No ves que ellos no van a dejarnos?—pregunta señalando con la mirada a la banda de Levy.—No pareces muy lista—respondió con burla Levy encogiéndose de hombros.La verdad es que razón no le faltaba, no parecía muy lista porque definitivamente no lo era. No, si hubiera sido inteligente no habría ido a por mi madre, la misma que había hecho tratos conmigo como si fuese un mero objeto con el cual comerciar, soy jodidamente estúpida y lo admito. Mis sentimientos están tan nublados que ya no se si siento
S A W Y E RLa oficina de papá, el gran centro operativo de la empresa Reed, es de esos edificios arquitectónicos que llama la atención a primera vista cuando pasas en frente. Cuatro edificios grises, que terminaban en un mismo despacho, de altura mucho más que elevada, rodeados por ventanas de cristal que dejaban ver la recepción y las oficinas de arriba excepto la parte más elevada, la de mi padre Alan Reed.Tenía muchas preguntas y sentía que papá tampoco iba a poder respondérmelas aun asi me había citado por algo tan solo espero que al menos pueda responder alguna de las tantas dudas que me comen por dentro. —Hijo.—Papá—sonreí.Entonces vi la figura de John Peacher sentado al lado. —¿Cómo estás?—sonrío.—¿Cómo te atreves a plantarme tu cara, maldito cerdo?—bramo
A I L E E N —Agradezco mucho la hospit-—No es hospitalidad, es tu casa—se defendió el hombre prácticamente ofendido. —Exacto—sonrió Jax.—En ese caso quiero ir a ver a mi madre—solté sin más reparos. —¿A tu madre?—preguntan al mismo tiempo como si les hubiera quedado en la garganta.—Creo que Jax debería ir conmigo, es su madre y es lo justo después de tanta ausencia.Observo como el señor Caleb Hoffman nos mira con seriedad.Jax traga saliva con fuerza dejando su tenedor encima de la mesa. —¿Qué pasa? ¿No quieres conocerla?—pregunto con sorpresa.Honestamente yo también tendría miedo sobre todo cuando ya la conozco. —Mamá es un ser peculiar con muchos matices—me encogí de hombros—No esperes que te llore pero tampoco que te
Último capítulo