Lyra
La mañana me encontró con una decisión fría y dolorosa grabada en el alma desayuné en silencio, cada bocado era arena mi estómago estaba revuelto, no por el ejercicio que me esperaba, sino por la respuesta que debía darle a Kael.
Había elegido, elegí el linaje sobre el corazón elegí la venganza sobre mi propia dignidad, me vestí y salí esta vez, nadie me guio.
Tarsus me esperaba en el campo de entrenamiento.
Llegué al campo sintiendo una energía diferente ha no era la loba asustada pidiendo ayuda era el producto forzado de la orden de Kael, el dolor del día anterior había dejado paso a una capa de acero, el entrenamiento no era un castigo era una meditación, una forma de canalizar mi rabia hacia la eficiencia.
Tarsus comenzó con el mismo régimen brutal, pero mis movimientos eran más rápidos, más intencionales.
— Más rápido Princesa Ceniza, no pienses en el dolor, piensa en el objetivo.
El punto de inflexión llegó cuando Tarsus ordenó un ejercicio de combate real me enfre