Lyra
Desperté sola.
El sol era alto quemando mi rostro a través de la ventana de piedra Kael se había ido un vacío pesado se instaló a mi lado en la cama, no era solo la ausencia física era la desolación de la mañana después de una noche que lo había significado todo para mí y aparentemente nada para él.
Habíamos roto todas las reglas consumado el vínculo que nos hacía Mates y él me había dejado sin una palabra, sin una caricia de despedida.
Sentí una punzada de dolor físico y de una vergüenza ardiente.
Me levanté, sintiendo mi cuerpo dolorido pero extrañamente vital el vínculo estaba sellado lo sentía en cada célula, una cuerda de fuego que me ataba a él pero si el Alpha Kael creía que podía tomar mi cuerpo para satisfacer a su lobo y luego volver a su farsa de matrimonio estaba muy equivocado.
No me di tiempo para llorar ni para sentirme miserable, busqué mi ropa pero en su lugar encontré un conjunto de lino y lana limpio doblado a los pies de la cama eran prendas sencillas, prá