Tomo la coca de agua y comienzo a bañar a mi alfa, Thane. El agua tibia relaja sus músculos y yo disfruto del momento de intimidad que compartimos.
—¿Cómo fue tu niñez? —le pregunto, mientras vierto agua sobre su espalda—. ¿Cómo eran tus padres contigo?
Thane cierra los ojos y se deja llevar por el masaje del agua, paso las manos por sus músculos. Su piel es muy suave y tierna, y el cuerpo mi de mi esposo es atractivo, tanto que bajo mi posición a depositar un beso sobre su hombro que lo hace sonreír.
—Mi niñez fue... buena, no puedo quejarme de eso, con un poco de privilegios, exigencias y ordenes—dice, su voz baja y reflexiva—Mi padre era un alfa fuerte y estricto. No había lugar para la debilidad o la emoción. Me enseñó a ser fuerte, a liderar y a proteger a mi manada.
Abro la boca, intrigada.
—¿Y tu madre? —pregunto.
Thane sonríe ligeramente.
—Mi madre era... diferente. Era fuerte a su manera, pero también era cariñosa y comprensiva. Me enseñó a ser un líder, pero también a ser hu