Aysel sufre al saber que él lobo que ama es él compañero destinado de su hermana adoptiva, sin embargo, todo cambia cuando una semana antes de la ceremonia y que regresé Lyon, ella huye con su amante. Lyon regresa antes de lo previsto y se encuentra con la noticia que su futura Luna a huido, el dolor y la rabia de la traición lo enceguece y lo único que quiere descargar su furia en lo único que queda de ella, su familia. Aysel sufre con Lyon, sin embargo, no puede permitir que su familia pague por una culpa que no es de ellos, y sabiendo que la Diosa tal vez no escuche su plegaria por la marca que cubre su rostro, ella implora misericordia para sus padres. Para su fortuna la Diosa la escucha y sin poder creerlo ahora ella se convertirá en la Luna de Remplazo.
Leer más—¿Loba suprema? —repitió incrédulo Radolf ante ese término, nunca en su vida lo había escuchado.—Si, una loba suprema o superior, es la que tiene el poder de sanar, no solo el cuerpo de los demás sino también el suyo propio, además cualquier veneno o pócima que tome, su cuerpo lo va inhibir, lo va nulificar y cualquier hechizo no servirá en ella —explico Mica —es una loba que nace cada mil años y los cachorros que nazcan de ella se convierten en los más fuertes y pueden convertirse en los príncipes de los lobos, nunca me imaginé toparme de frente con una loba así…Radolf comenzó a reír, Aysel no podía ser una loba suprema, Mica debía estar equivocada, solo justificaba su ineptitud porque su hechizo no había funcionado en ella.—No te rías, recuerda ese día cuando se la llevaron, ¿Qué pasó contigo? No pudiste mantenerla sujeta, y ella corrió a dónde Lyon y lo sano antes que el muriera —Radolf dejo de reír, Mica tenía razón, Aysel era una loba especial —no te canses en buscarla, piensa
Radolf al escuchar a Mica llevó su mano a la base del cuello, dónde debía sentir la marca caliente y palpitante, pero no había nada. Levantó la cara para buscar la mirada de Joram, al encontrarlo se dirigió a él.—Dime que tengo la marca, que lo que está diciendo Mica es mentira —le pidió al tiempo que lo tomaba de las solapas de la camisa.Joram se le quedó mirando fijamente, solo un segundo desvío la mirada al cuello de Radolf, trago saliva.—El no te va responde porque lo que te digo es verdad, tu no tienes ninguna marca —replico Mica con los brazos cruzados, ya no se reía ahora estaba sería detrás de él.Radolf miró a Joram con intensidad esperando que le dijera que si la tenía, pero no lo hizo.Gruñó rabioso, aventó a Joram lejos de él, buscaba algo con que desquitar su odió, su dolor, el amaba a Aysel, y ella se había burlando de su amor, el amor que sentía por ella comenzó a convertirse en odio.—No te diste cuenta que cuando despertaste en la manada Luna de fuego, no sentías
Radolf era un perro rabioso corriendo por el bosque, babeaba una espesa espuma blanca de su hocico, su único pensamiento era tener delante de él a Lyon, despedazarlo con sus dientes, garras, ya no iba a permitir que le volviera a quitar a Aysel que era suya, ya la había marcado.En el momento que Tristán le dijo que el grupo de lobos estaban listos para salió con ellos, eso fue a media tarde, casi era madrugada y el seguía corriendo por el bosque siguiendo el rastro de Lyon y Aysel. Cuando Berk volvió en si después de la golpiza que recibió de Radolf, este lo mando a la manada en busca de Joram, su hermano, le ordeno que él reuniera a los mejores lobos para que se unieran a ellos en la búsqueda, ellos tendrían que reportarse a la mañana. Con más lobos ayudando en la búsqueda estaba seguro que tarde o temprano daría con ellos, con los malditos secuestradores y cuando los tuviera en sus manos los encerraría en la celda y los torturaría día y noche. En su paso se encontró una cueva, in
Uzziel estaba regresando junto con Fares después de haber ido a despistar a los lobos de la manada Luna de fuego. Porque era una seguridad que Radolf no se iba a quedar con los brazos cruzados.En su regreso se habían encontrado con Lara que salió a buscar algo que pudiera preparar para comer, para cuando Aysel y Lyon despertarán.Uzziel dejo el cántaro de agua que Lara había juntado para los cinco, Fares la canasta con algunos frutos, Lara solo los miró a los dos que estaban sentados abrazados.Ella fue la primera en reaccionar, salió corriendo a abrazar a Aysel, pero antes llegar a ella se detuvo.—Aysel soy tu amiga Lara, me recuerdas —dijo despacio mirándola a los ojos.—Claro que te recuerdo, eres mi mejor amiga —al escuchar a Aysel, la abrazo apartando a Lyon a un lado.—Al fin volviste a ser tú —replicó sobre su oído, con tanto gusto que contagio a Aysel de su alegría.—Nunca deje de serlo —respondió con una sonrisa mirando a Lyon, ella se separó para verla a la cara —lamento l
Aysel poco a poco fue abriendo los ojos, lo último que recordaba antes de caer desmayada era el beso que Radolf le estaba dando, era tan posesivo, tan apasionado, como si le demostrará a alguien que ella le pertenecía. Mira el techo, no estaba ni en la habitación que le había dado en la manada luna de Fuego, ni en la suya propia. ¿Dónde estaba?El techo era rocoso, entraba una corriente de aire frío, que no le calaba gracias al calor que sentía a un lado de ella, intentó moverse, pero el peso de una mano sobre su vientre no al dejó.—¿Dónde estoy? —pregunto en un susurro, se giro un poco para ver quién dormía junto a ella —¿quién eres tú? —levantó su propia mano y tocó la mejilla del lobo que estaba a su lado, él poco a poco fue abriendo los ojos, le regaló una sonrisa de ternura y amor, no apartó su mano de su vientre, más bien la movió de arriba abajo en una sutil caricia, sin contestar a su pregunta se acercó a rozar sus labios con los de ella. —Tu sabes quién soy —dijo sobre sus
Lyon abrió los ojos al reconocer de inmediato a Uzziel, quería hacerle muchas preguntas, pero no era el momento tenían que salir de ahí antes que el efecto del somnífero pasara y Radolf y compañía despertarán.—Dame a Aysel yo te sigo —dijo Lyon, su lobo ansiaba tenerla entre sus brazos, sentirla suya.—Es por aquí —Uzziel le indico el camino.Los dirigió hacía otra puerta, por donde salieron a un pasillo que estaba completamente libre en el paso, aun nadie había se había percatado de lo que había pasado en el comedor, sino ya las trompetas hubieran estado resonando en todo el lugar.Avanzaron hasta una puerta trasera, al salir ya los esperaba Lara, que al ver a Lyon se lleno de asombro.—Si yo también puse esa cara, pero no es momento de hacer preguntas tenemos que salir ya —replicó Uzziel a su compañera.—Síganme por aquí —respondió Lara, los guio por las calles más solitarias. Cuando estaba por llegar a uno de los pasadizos, sintió que se le caía de sus brazos, se quedó un momento
En su inconciencia sintió una luz que entraba en esa fría celda, una mano cálida y suave toco su frente, al hacerlo sintió como un brillo puro entraba en él, su corazón se llenó de paz, y su cuerpo dejo de sentir los dolores que lo acompañaban desde hace semanas, los lobos de la manada no habían dejado que sus heridas se curaran. Cuando se sintió sin dolor, esa mano lo tomo por la nuca, levantaba su cabeza para hacerlo beber de un frasco que puso sobre sus labios, era algo dulce, un néctar que lo hizo recobrar sus fuerzas, intento abrir los ojos, pero los parpados seguían tan pesados que no pudo ver quien estaba ahí con él.Su aroma inundo su olfato, no podía ser la loba que pensaba, su cabeza le estaba jugaba una mala broma, porque era el aroma dulce de Aysel que lo embriagaba, que lo enloquecía, pero ella no sabía dónde se encontraba, ¿Cómo podría ir a la celda? Intento abrir los ojos, pero solo vio una figura blanca delante de él, en un susurro pronunció su nombre, pero ella no c
Lyon luchaba entre el juramento que le hizo a su padre y las ganas que tenía por hacerle pagar los sufrimientos que ahí estaba viviendo, querría que sus ojos se volvieran dos dagas que perforaran su cuerpo, sus manos estaban apretadas en dos puños listos para golpearlo, gracias a él estaba ahí, gracias a su propio hermano era golpeado por los lobos de esa manada, era su castigo por haber matar al Alfa que se llevó a su compañera. Quería poder alcanzarlo, pero las malditas cadenas de plata se lo impedían, ya su piel estaba quemada y las pocas fuerzas que tenía se le estaban acabando. Gruño de rabia, de impotencia, pero también de dolor, él siendo su hermano fuera capaz de no compadecerse de él, y lo dejara ahí para que ellos terminaran con su vida. —No me mires así, ya me dijeron que no has comido nada, eso está muy mal —dijo en forma sarcástica —lo sorprendente es que aún no te mueres.—Ni lo voy hacer hasta hacerte pagar esto Radolf —gruño importándole poco que fuera su hermano —¿
Su pregunta lo hizo en un susurro para que Aysel que estaba acaparada por las lobas del lugar no escuchará.—Si quieres saber si aun vive la respuesta es sí, pero no sé por cuánto tiempo, se reúsa a comer y con el trato que dan mis lobos aún no sabemos cómo ha resistido…—contesto Tristán, el Alfa que iba a sustituir a Yael.—Me importa poco su resistencia o su huelga de hambre, pronto dejará de respirar en este mundo —hizo una pausa —solo quiero un momento a solas con él, antes que venga Berk, quiero tener la satisfacción de decirle en su cara algo que lo va herir profundamente —respondió al tiempo que se separaba de él —muchas felicidades Tristán, que gobiernes a la manada con sabiduría…—Gracias por tus buenos deseos, más tarde me gustaría que me acompañes con un brindis…—replicó Tristán.—Será un honor para mí —Radolf tomo a Aysel por la cintura cuando ella tocó su hombro —mi luna nos acompañas o prefieres ir a descansar…—La verdad el viaje me dejó muy agotada, que si prefiero ir