No sé qué responder, no sé qué se espera de mí en esta situación. Miro a María, esperando que ella pueda ayudarme a entender qué está pasando.
María me mira con una expresión seria y luego se vuelve hacia Ylona.
—Esperen un momento —dice María—No te entendemos.
Yo creo saber que pasa, sin embargo la situación es tan irreal que no me sobrepasa por un momento.
—Complacemos a nuestro señor, también lo amamos y lo deseamos, por eso le preguntamos a usted, que es nuestra alfa y esta por encima de nosotras, que dia podemos disfrutar de nuestro señor, es su obligación asignarnos los días, también es su trabajo.
Me quedo pasmada, sin poder creer lo que acabo de escuchar. La idea de que haya otras mujeres en la vida de Thane, mujeres que están dispuestas a compartir su cama con él, es algo que jamás se me pasó por la cabeza. Me siento como si hubiera sido golpeada en el estómago, sin aliento.
Pero rápidamente me recompongo, tratando de mantener la calma y la dignidad. Me pongo de pie, mirando