Soy una loba con un poder que no encaja en el campo de batalla. Mi don es sanar, curar heridas y restaurar la salud, pero no tengo nada que me permita defenderme o atacar. Mi manada cuenta con lobos poderosos que pueden destruir o proteger con un solo gesto, y yo estoy relegada a ser la sanadora, siempre en segundo plano.
Mi falta de habilidades en combate me hace sentir insegura, como si no fuera lo suficientemente fuerte. Tengo que esperar a que alguien más me proteja, me rescate. Es frustrante saber que mi poder no es suficiente para cambiar el curso de la batalla.
A veces me pregunto qué pasaría si tuviera un poder más... impresionante. ¿Podría ser una verdadera guerrera? ¿Podría defenderme sola? Pero mi poder es solo para sanar, y eso me hace sentir como si no fuera lo suficientemente buena.
Me bajo por el otro extremo de la cama, mis ojos fijos en la figura que está en la habitación. Por su estatura y complexión, diría que es una mujer, pero no puedo verle el rostro, ya que lo t