A la mañana siguiente Kate despertó y en la mesita había un vaso de jugo, frutas, tostadas, sus cosas estaban arregladas sobre su tocador, se dio cuentas que estaba arropada y alguien le había sacado el maquillaje y los zapatos.
Bastien… - comió el desayuno, tomó una ducha, se puso ropa que aun quedaba en su antiguo closet, salió lentamente, la casa estaba en silencio, bajó las escaleras con sus cosas y en la puerta estaba Lucca y los chicos –
Buenos días señorita, el auto está listo para llevarla a la universidad.
¿Y Bastien? – los chicos se miraron entre sí –
El señor está ocupado.
¿En que?
Entrenando
Quiero verlo
No se lo recomiendo
Quiero verlo
Está bien, sígame – Kate siguió a Lucca a una habitación que no conocía, abrió la puerta y estaba llena de máquinas de ejercicios un poco más allá, estaba Bastien con un buzo, sin polera y sin zapatos, se veía completamente sudado, le daba golpes y patadas con todas sus fuerzas a un saco de boxeo – señorita déjelo solo, no es buen momento –