Tenemos Boda.
ANNELISSE DE FILIPPI
No sabía que podía sentirse tan bien ver llegar a alguien. En serio. Mi corazón se iluminó apenas vi a Clarita y a Asher bajarse del auto. No caminé. Corrí. Corrí como si el mundo entero se redujera a ese instante. Como si el tiempo se hubiera contenido para regalarme ese reencuentro.
—¡Están aquí! —grité con una alegría que me desbordaba mientras veía llegar el auto—. ¡Están aquí de verdad!
Clarita se reía mientras la rodeaba con los brazos. Su perfume suave me envolvió al instante, y esa sonrisa suya, tan limpia, tan tranquila, me hizo sentir que todo estaba en orden. Que todo tenía sentido otra vez.
Asher me abrazó con fuerza y me levantó un par de centímetros del suelo. Siempre hacía eso, como si quisiera recordarme lo pequeñita que soy para él, pero sin dejar nunca de tratarme como a alguien importante. Su abrazo era abrigo. Familia. Hogar.
—Te extrañamos —le dije, con la voz temblando de tanta emoción contenida.
—Nosotros a ustedes más —respondió, sincero, c