ANNELISSE DE FILIPPI
—¡Apúrateee! —gritó Lucy desde el pasillo—. ¡Nos vamos a quedar sin mesa si no salimos ya!
—¡Estoy lista! —respondí, saliendo del baño con mi vestido negro, corto, ajustado y absolutamente Filippi.
Addy se arreglaba los rizos con esa naturalidad que solo ella tiene. Marie se había delineado los ojos y tenía un brillo en la mirada que gritaba "quiero romper corazones esta noche". Y yo… bueno, yo solo pensaba en lo increíble que era tenerlas a todas juntas. Como antes.
—¿Dónde están los hombres? —pregunté mientras me ponía los tacones.
—Lucien ya está abajo con Silvano y Agus. Damian. Román y Josh vienen en otro auto —dijo Addy.
—¿Josh también viene? —refunfuñó Marie, cruzándose de brazos.
—Por supuesto. Es seguridad —respondió Addy, con una sonrisa ladeada.
—Seguridad, mi trasero —murmuró Marie—. Ese tipo no cuida ni una planta. Solo le gusta dar órdenes con cara de piedra.
—¿Te cae mal porque es pesado… o porque te pone nerviosa? —soltó Lucy, riéndose, mientras