MARIE MORETTI

¿Cómo se atrevía?

¿Cómo pudo arruinar mi noche así? ¡Yo solo quería ir a la fiesta con Michelle! Bailar, reír, olvidarme por un segundo de este lugar lleno de tipos que piensan que una mujer solo debería quedarse aquí y ser salvada como damisela en peligro. Pero no… él tenía que aparecer con su cara de piedra y acusarme con Lucien, decirle que el lugar era peligroso por lo que Lucien se negó a dejarme ir.

Josh.

Ese guardaespalda de mandíbula apretada, de brazos cruzados y cero sentido del humor. Ese que creía que podía decirme qué hacer solo porque tenía el permiso de Lucien. Estaba furiosa. No solo porque me había arruinado el plan, sino porque lo había hecho enfrente de mi hermano. Con ese tono grave, seco, como si fuera mi maldito padre.

—Esto no se queda así, Josh —murmuré entre dientes, mientras mis tacones resonaban por el pasillo como tambores de guerra.

Me deslicé hasta la habitación de Lucy. Ese lugar de caos creativo, donde ella guardaba todo tipo de material