El bebé viene bien.
ADELINE DE FILIPPI
Estaba en el salón, organizando junto a mamá algunos detalles de la decoración para la boda por video llamada, cuando vi entrar a mi hermana Anny tomada de la mano de Silvano. Había algo diferente en su mirada, un brillo que pocas veces mostraba. Y en la de él… nervios. Eso ya me ponía alerta.
—¿Y ustedes por qué vienen con esa cara de que esconden algo? —pregunté, entrecerrando los ojos.
Anny me soltó una risa nerviosa, miró a Silvano y luego volvió a mí.
—Addy… tengo que contarte algo.
—No me digas que… —me llevé una mano al pecho, fingiendo dramatismo—, ¡te vas a cambiar el color del vestido!
Ella rodó los ojos.
—No, tonta. Es algo mucho más grande.
— Estás embarazada — Me llevé las manos a la boca, riendo.
— Nooo, basta, le quitas seriedad al asunto.
Silvano, con esa seriedad que lo caracterizaba, intervino.
—Queremos casarnos el mismo día que ustedes.
Sentí que el aire se me atascaba en la garganta. Mi primera reacción fue quedarme muda, mirando a mi hermana co