LUCY MORETTI
Iba de la mano de Agus. El chico que me protegía. Que me besaba como si yo fuera el centro de su universo. Que me traía galletas. Que se mojaba por mí.
Kael se unió a nuestro lado, caminando con una sonrisa.
—Me siento como en una novela de adolescentes. Solo falta aparezca un hombre lobo y me rapte mientras mi mejor amiga se queda con el chico guapo.
—Solo hice lo que tenía que hacer, amo a tu mejor amiga —dijo él, con una sonrisa tímida.
Yo solo reí.
Y apreté su mano un poco más fuerte.
Kael suspiró.
—¡Estoy en un drama adolescente de ensueño! Necesito hacer camisetas de “Lucy & Agus por siempre”.
Ese día, sentí que nada podía arruinar mi felicidad.
Pero claro… eso era solo el principio.
Mientras caminábamos por el pasillo, con Kael a un lado y Agus a mi otro, aún sentía la humedad del globo que no me alcanzó. Agus iba empapado, pero no parecía molesto. Sus dedos entrelazados con los míos seguían cálidos. Su pecho se alzaba despacio, aún algo agitado por la escena.
Y en