LUCY MORETTI
—Espérame en las gradas amor iré a cambiarme para empezar el entrenamiento —me dijo Agus, con esa sonrisa encantadora que siempre me desarma y un beso en la frente.
Asentí mientras lo veía correr hacia los vestidores.
Él iba a su entrenamiento. Yo iría a verlo.
Como siempre.
Como la chica enamorada que soy.
Subí los peldaños del costado, con mi cuaderno en la mano y mi corazón palpitando más rápido de lo que debería.
No había mucha gente aún. Solo algunos chicos con uniformes, lanzando balones y corriendo alrededor de la cancha.
Caminaba tranquila, hasta que una sombra bloqueó mi paso.
Selena.
Otra vez ella.
Con sus ojos maquillados, sus labios apretados y esa mirada que decía que quería sacarme la cabeza. Esta vez no venía sola. Su séquito de siempre estaba allí, observando desde un rincón, como cuervos listos para disfrutar la caída.
—Así que ahora vienes a jugar a la noviecita perfecta —dijo, cruzándose de brazos—. No te cansas de fingir que estás a su altura te arrep