ARACELY MORETTI
El vapor cubría el espejo del baño, difuminando mi reflejo como si estuviera en un sueño. Apoyé la cabeza contra el borde de la bañera y cerré los ojos. El agua caliente recorría mi piel, relajando cada músculo… aunque la sonrisa en mis labios no venía del agua. Venía de él.
Siete días. Solo siete días, y sin embargo se habían sentido como una eternidad. Lucca siempre había sido intenso, pero esta vez… esta vez me recordó que su deseo por mí no había bajado un solo grado en más de veinte años. Me amó con la misma urgencia de la primera vez, como si el mundo se fuera a acabar y yo fuera lo último que quería tocar. Y yo… yo lo había extrañado con la misma desesperación.
Cuando Kate me dijo que había comprado los ticket para Milán solo sonreí, si estos hombres creían que nos dejarían lejos para protegernos, estaban muy equivocados. Los necesitábamos, tanto como ellos nos necesitan a nosotras.
Reí sola, recordando la forma en que me dijo que me necesitaba para respirar. Sí