Capítulo 45
Se acercan los dias luna llena
Salí al jardín buscando algo de aire. La casa —o más bien, aquella cabaña lujosa donde ahora vivía— me asfixiaba con sus silencios. Tal vez era por todo lo no dicho, por lo que se espera de mí sin que nadie lo explique con claridad. La brisa me envolvió apenas crucé la puerta trasera, y agradecí el contraste entre el frescor de la mañana y el calor que aún me hormigueaba bajo la piel desde el encuentro con Erick.
Caminé por el sendero de piedras que bordeaba los rosales, algunos recién florecidos. Más allá, noté algo que hasta ahora no había visto. A unos metros, medio cubierta por la maleza, se alzaba una estructura a medio terminar. Una casa, o lo que quedaba de ella. Tenía muros bajos de piedra, ventanas sin cristales, y una puerta que apenas colgaba de sus bisagras oxidadas. El techo parecía haber sido arrancado de cuajo, y alrededor, la tierra estaba agrietada, como si algo salvaje hubiese pasado por allí.
Me acerqué despacio, la curiosi