Capítulo 27. Si muero, te buscaré
ELENA
Lycan estaba ahí, frente a mí, esperando mi respuesta. Me miraba con esos ojitos suplicándome.
Esta decisión no era fácil, nada fácil. Había señales rojas por todas partes. Muertes, sombras, bosques malditos.
Pero aún así… Algo dentro de mí me decía que le diera una oportunidad. No sabía si era la falta de cariño con la que siempre había vivido. Ese vacío que tenía en el pecho cuando creces sin que nadie te quiera de verdad.
O tal vez era el deseo de ser amada. De sentir que alguien me elige. No lo sabía. Pero mi cuerpo me pedía que me quedara. Que le diera una oportunidad.
Y eso me asustaba más que cualquier sombra del bosque.
Porque si me quedaba, podía perderlo todo.
Pero si me iba… ¿Y si me estaba alejando de lo único que podía hacerme feliz?
Respiré hondo. Sentí el calor en el vientre otra vez. Que aparecía cada vez que él se acercaba, cada vez que me hablaba y cada vez que me miraba como si yo fuera su mundo.
Me temblaban las manos. Y eso me tocó el corazón. Porque