Capítulo 47. La decisión final
ELENA
Lycan caminó hacia mí. Hasta que estuvo tan cerca que pude sentir su respiración. Levantó la mano despacio, como si temiera que fuera a apartarme. Pero no lo hice. Sus dedos rozaron mi mejilla. Y en cuanto me tocó… todo cambió.
Vi un destello y de pronto, imágenes. Como si alguien hubiera abierto una puerta en mi cabeza.
Me agarré a sus brazos, porque sentí que me iba a caer. Él me sostuvo. Y entonces lo vi todo.
Lo vi solo, en su habitación, con la mirada perdida y llorando en silencio mientras sostenía una de mis camisetas. Lo vi hablar con Liora, con miedo, con culpa, con desesperación, le suplicaba que no me hiciera daño. Lo vi protegerme, incluso cuando yo creía que me estaba traicionando. Y sentí su amor, su miedo, su dolor y la verdad.
No había mentiras en lo que vi, solo heridas y amor. Un amor tan profundo, tan salvaje, tan real… que me atravesó el pecho. Mis piernas flaquearon. Pero él me sostuvo más fuerte.
—Elena —susurró, con la voz rota—. ¿Lo ves?
Asentí, con lág