Mundo ficciónIniciar sesiónLorenzo permaneció arrodillado frente a la lápida unos instantes más, dejando que el viento se llevara las últimas palabras que habían quedado atrapadas en su garganta. Cuando por fin se puso de pie, acomodó el abrigo sobre los hombros, como si quisiera protegerse no solo del frío, sino de todo lo que aquella visita había removido dentro de él. Se pasó la mano por el rostro, apartando las lágrimas, sin avergonzarse de ellas. Respiró hondo, como si aquel aire helado que llenaba sus pulmones fuera un nuevo aliento para seguir adelante.
Antes de darle la espalda a la tumba, pasó la mano por la lápida una vez más, en un gesto silencioso de despedida. Al girarse, vio a James esperándolo fuera del portón del cementerio, de pie, junto al coche negro.







