Mundo ficciónIniciar sesiónEl sonido del mar fue lo primero que Sara escuchó al abrir los ojos. La habitación estaba en penumbra; solo la luz azulada que se filtraba por los enormes ventanales daba forma a los muebles. Ella parpadeó lentamente, tratando de orientarse. La cama a su lado estaba intacta. Scott no había dormido allí.
Un peso incómodo le apretó el pecho.
¿Por qué le molestaba tanto?
Se incorporó con cuidado. La alfombra gruesa amortiguó el sonido de sus pasos mientras caminaba hacia el baño. Al abrir la puerta, lo vio: Scott estaba sentado en el suelo, recargado en la pared, aún con la ropa del día anterior, como si no hubiera dormido en absoluto.
Se sobresaltó al verla.
—Despertaste —dijo con voz baja.
—¿Has estado aquí toda la noche? —preguntó ella, frunciendo el ceño.
—Solo… pens







