Mundo ficciónIniciar sesión—¿Estás segura que no te duele nada? —preguntó Henry otra vez, por tercera vez.
—Estoy bien —respondió ella, respirando hondo mientras se alisaba la camiseta—. Solo me asusté.
Henry cruzó los brazos sobre el pecho, evaluándola con una seriedad que rara vez mostraba.
—No te vi bajar la vista. Te vi perder el color —dijo—. Y no es por el tropiezo. Ya estabas nerviosa desde antes.
Sara no supo qué contestar. Se le quedó viendo, con esa mezcla de descaro y dulzura que lo hacía difícil de descifrar. Era como si Henry supiera más de lo que debía, como si entendiera señales que ni ella misma sabía que emitía.
—Hoy ha sido un día largo —dijo solamente.
—¿Lo dices por la llamada de Scott? —preguntó él, levantando una ceja.
Ella lo mir&







