En ese punto, Sienna estaba convencida de que el Alfa de sus pesadillas había venido tras ella y ahora se había infiltrado en la empresa de Chris con oscuros propósitos, por eso estaba usando otro nombre, no quería dejar cabos sueltos y, seguramente usaría a Chris contra ella, pero no contaba con que la debilucha Omega sin lobo ya había desaparecido, para dar paso a una mujer de armas tomar.
— ¿Y de donde es usted, señor Evans, tiene un acento un poco difícil de identificar… — Ella lanzó la carnada para ver que hacía.
— De aquí… y de allá, de donde me tome la noche, señorita Greene, ¿Es Greene su apellido, verdad?
Sienna hizo una mueca de desagrado, como si él no lo supiera ya.
— Sí, La señorita Greene es de las personas más importantes en mi vida, quiero decir, en la vida de mi oficina… claro… — Chris dijo volviéndose un ocho con las explicaciones.
— Eso he podido ver, es importante rodearse de personas confiables a quienes conocemos bien… — Leo continuó, dándole una cucharada de su