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TRES MESES PASAN VOLANDO P1

-Narrador omnisciente-

Han pasado tres meses desde el inicio de los acontecimientos que reunieron a los Scott Soré en el Penthouse de los Scott. Ya, no se asusten, les haré un pequeño resumen de lo que ha pasado con nuestros queridos personajes.

Partamos por nuestras mentecillas brillantes.

El día de la audición...

Alma se encontraba perfectamente hermosa con un vestido rojo de época. Un bello tocado con flores rojas en su cabello recogido, es que se veía igualita a Elizabeth Taylor, cuando hizo la película. En tanto nuestro guapo Thomas se encontraba enfundado en unas mallas azules al igual que su chaqueta, se veía divino. (Chillidos de nutria loca de mi parte)

Alma como Catalina... -Pues bien, haced como os plazca. En cuanto a mí, no partiré hoy, ¡no! Ni mañana. Ni antes de que me dé la gana hacerlo. La puerta abierta está, señor mío; el camino ahí le tenéis. Podéis trotar hasta que vuestras botas no puedan ya más. Pero yo no partiré más que cuando se me antoje hacerlo. Un hombre que desde el primer momento se muestra tan bruto y tan grosero, ¡de veras que promete ser una alhaja de marido!

Thomas como Petruccio... -lejos de ser arrogante, es modesta como una paloma; lejos de ser violenta y encendida, apacible y fresca como el aire de la mañana. En cuanto a paciencia, es una segunda Griselda, y en lo que a castidad atañe, una Lucrecia romana. En una palabra, nos entendemos tan bien que nos casaremos el próximo domingo.

Alma como Catalina... -¡Preferiría verte ahorcado el sábado!

El auditorio se llenó de aplausos y vítores para nuestros chicos, ambos se tomaron de la mano e hicieron una reverencia para agradecer a sus compañeros. Alma se acercó a Thomas y le dijo en su oído.

-Gracias por todo mi babosito, eres el mejor- El pobre se puso todo rojo y con el corazón bombeando a mil no suelta la mano de Alma y le responde. 

-Y tú mi bella fierecilla, gracias por dejarme ser parte de tu vida, te quiero muchísimo.

Ambos se miraron con cariño y felicidad, cuando su burbuja fue reventada por la aparición de su profesora y sus compañeros.

-Excelente muchachos, es una bellísima interpretación, hasta pensé verme transportada a Padua, los felicito, de verdad los personajes respiran a través de ustedes. Creo que con esto ha quedado más que claro, clase querida les presento a Catalina Y Petruccio -nuevamente se escucharon aplausos y chiflidos de sus compañeros-. Estaba muy segura cuando los vi que harían un gran papel.

-Gracias, profesora.

-Muchas gracias, por confiar en nosotros.

Pero, adivinen quién no se encontraba conforme con la decisión de la profesora. Obvio que saben, la incordia de Irma, esa chica expele odio hasta por los poros en contra de nuestros bellos nenes y esta vez no aguantó explotando y despotricando contra todo y todos.

-¿Esto es una maldita broma? ¿Esta vieja está loca? ¿cómo puede hacerme esto? -gritó haciendo que todos se dieran vuelta a verla.

-Señorita Marshall, este comportamiento no se lo voy a tolerar, está castigada así que diríjase de inmediato a la oficina de la directora, ya le he aguantado suficiente sus desplantes, pero insultos ¡Nunca! 

Los chicos habían visto a su profesora molesta, pero esto sobrepasaba cualquiera de las veces que la vieron así, se sintieron mal por ella y por el trato de Irma. Alma en son de paz se acercó a la profesora y le dio un cálido abrazo, mientras una sulfurada Irma murmuró para sí misma.

-Todos ustedes me la van a pagar, sobre todo esa mustia de Alma.

Luego del momento tan desagradable por culpa de Irma. Los chicos se tranquilizaron y terminaron las audiciones para la obra, mientras se encontraban en las butacas Thomas reflexiona sobre lo que había pasado.

-De verdad que a Irma le falta un tornillo.

-No seas así Thomy. Ella es así por cómo la han criado, espero que no tengamos más problemas -Y si ladies and no tan ladies, después de que los investigadores que mandó Aston a buscar la información del Juez Marshall lograran averiguar que Andrea sí estuvo casada con él y que Irma era su hija, pero que la abandonó a ella y a su padre al nacer la niña, por lo que el juez inventó la historia de su muerte para que su hija no sufriera. Es por esto que Alma sintió pena por ella, pues a diferencia de Irma. Ella tenía claro que no sería nada sin su mamá y el gran amor que les profesa a ella y su hermana mayor.

Vamos con nuestros doctores corazón...

En el penthouse, el cual se ha transformado en el centro de operaciones y humilde hogar de nuestras familias.

Partamos por lo que pasó tres meses atrás.

Los chicos se han instalado en el penthouse para cuidar sus espaldas, pues Adam y Stuart creen ciegamente que Andrea y sus secuaces harían algo en contra de ellos.

Cuando Blue con Aston llegaron al penthouse se encontraron con un tumulto de personas ordenando muebles, cajas y documentos.

-¿Que sucede aquí? -preguntó Blue preocupada.

-Mami ¿están bien?

-Si cariño, todo bien ¿ustedes?

-Todos bien, Señorita Soré -respondió un Ethan un poco serio-. Al fin tengo el gusto de que nos conozcamos en persona.

Ethan se acercó a Blue y le extendió su mano, pero se quedó sorprendido cuando Blue lo tomó para darle un gran abrazo.

-Gracias Ethan, gracias por cuidar de mis niñas.

-De... de nada Blue.

-¿Y yo qué? ¿estoy de adorno aquí? -dijo Thomas haciendo un mohín.

-Jamás mi caballero de brillante armadura ven acá - Las chicas ven como su madre abrazaba a los Scott y no sintieron ni pizca de celos, ellas sabían perfectamente cómo era su madre y también en el fondo agradecen a esta familia que las haya cobijado en su hogar.

-¿Y Adam?

-Está viendo el traslado de Stuart para acá, para mayor seguridad, una de las habitaciones se implementará para que lo cuidemos -respondió Ethan.

-Señorita Blue.

-Rosita, qué bueno verte, espero y no te causemos tantos problemas.

-Para nada linda, me siento contenta de tantas bocas que tengo que alimentar.

Todos soltaron una gran carcajada por la respuesta de Rosita y decidieron ayudar, las chicas con Blue llevan las cosas a sus cuartos designados se dan una buena ducha y luego van a ayudar en lo que se necesite.

Una vez que la cena está preparada llega Adam quién se queda enamorado de ver a su familia toda reunida.

En el presente...

-Estoy cansadísima.

-¿Tú solamente?

-Esto ha sido intenso, pero extraño el hospital.

-Tranquila, ya podremos volver- Esos eran Ethan y Val conversando después de una sesión de defensa personal en las que han estado trabajando con Jack, pues Adam quiere que todos se mantengan alerta y en forma.

-¡Eso espero, porque los echamos de menos! -Exclamó con voz chillona Bruno.

-Muchito, muchito -confesó Dylan quien hace pucheros, mientras abrazaba a Val. Ambos chicos llevan comida china para sus amigos. Ha sido difícil estar casi encerrados estos tres meses, sólo han podido realizar operaciones de emergencia y no han podido ver a sus queridos pacientes.

-Estos dos no dejan de molestar -masculló Ethan que estaba más que celoso, pues a pesar del tiempo que están juntos Val lo pescaba menos que un resfriado y cada vez que venían los chicos ella se desvivía en atenciones para con ellos- ¿Y me pueden decir qué hacen aquí nuevamente?

-Ethan no seas mal educado, solo vienen porque nos quieren y se preocupan por nosotros.

-sí claro.

-Ay jefe, si no fuera porque es Val diría que está celoso.

-¡¿Yo?! ¡No! ¿Qué dices tonto? -Los chicos se ríen de la reacción de Ethan y Val los miraba y negó con la cabeza.

-Basta chicos, parecen adolescentes y ya con tres en esta casa me basta y me sobra.

-¿Cómo que tres?

-¿Ven, se dan cuenta?

-Yo no soy ningún adolescente, te estás pasando de la raya Soré. 

-Entonces no te comportes como uno si quieres que te consideren como un adulto -Bruno y Dylan aguantaron las carcajadas, es que se ven tan tiernos discutiendo, pero Val los descubrió y los reprendió con la mirada.

-Vamos chicos, la comida se enfría-dijo Dylan para bajar un poco los ánimos. Los cuatro se sientan en los sofás y se disponen a comer...

-¿Cómo están mis niños?

-Todos bien mi preciosa, por lo pronto algunas enfermeras con Claudia les están haciendo más llevadero su día a día, ellos te extrañan mucho y ruegan cada día por tu regreso.

-Si, mira los hermosos dibujos y cartas que te han mandado hoy.

-No saben cómo los extraño -expresó Val con lágrimas que salen a borbotones- ¡Quiero que todo esto se acabe! - En la puerta de la entrada se encontraba Stuart viendo la situación. Su tratamiento había funcionado y ya estaba completamente recuperado, pero su culpa y miedo por haber metido a todos en su problema, tiene el corazón en un hilo. De repente siente una mano en su hombro, es Blue junto a Adam que se acercaron a él.

-Tranquilo, ya encontraremos a esa mujer.

-Si Stuart, esto es una pequeña prueba para todos nosotros, pero verás que esos dos saldrán fortalecidos - Los tres se retiraron dejando a los chicos sin que se dieran cuenta de que escucharon su conversación. 

Luego de pasar un buen rato Bruno y Dylan deben retirarse.

-Bueno, ya es hora de irnos, ¿vamos cariño? -Dylan le dice a Bruno mientras lo abraza.

-Me parece, debemos dejarlos descansar amor.

-¿Eh?

-¡Ethan!

-Jefe ¿no me diga que no sabía? -Val y los dos muchachos rieron a carcajadas.

-Vamos ¿de qué hablan?

-¡Que Bruno y Dylan son pareja ¡dah! -respondió Alma entrando por la puerta- Me extraña guapetón, te hacía más vivo.

-Jajaja hermano, tú sí que eres despistado -Todos soltaron una risotada y la cara de Ethan es todo un poema, como para fotografiarla y postearla en ¡nstagr4m o T¡k T0k.

-Sí, Ethan. Eres un completo y total idiota. Todo este tiempo te sentiste celoso de esos dos y ellos en realidad ni bolas le daban a Val.

-Perdón chicos la verdad es que no lo sabía.

-No te preocupes, jefe, no es la primera vez que nos pasa.

-Es normal que nos vean como la competencia -Bruno le guiñó un ojo a las chicas y Val se puso roja como tomate.

-¿Eh?

-Jajaja esto me está gustando -dice Alma.

-Déjame ir a buscar la soda y las palomitas-replicó Thomas. Todos ríen por las ocurrencias de Thomas y después de un rato más los chicos se retiraron.

-De verdad que no lo puedo creer guapetón, si a ellos dos les sale el amor hasta por los poros. Igual que a otros.

-Si hermano, te pasaste.

-Bueno, ya entendí, a propósito ¿cómo les fue en la audición? -les preguntó Ethan para salir del paso.

-Pues, ¿qué quieres que te diga? Estás frente a Catalina y Petruccio, nos eligieron -respondió Alma chillando.

-Oh, felicidades mis principitos, se lo merecen -Val se acercó a ellos y los abrazó.

-En hora buena, pero te noto un poco molesta princesita.

-Ay guapetón, todo es culpa de mi barrilito sin fondo.

-¿Qué hice ahora?

-¿Quieres que te lo recuerde? -respondió Thomas- Hoy, le hiciste una llave al profesor de educación física porque nos estaba reclamando por hacer un mal ejercicio.

-Si, el pobre estará dos semanas con reposo, lo cual me encanta, me carga hacer deporte -Alma le encara y cruza sus brazos en son de enojo.

-Ah y la peor a la maestra de matemáticas, le quitaste su comida porque pensabas que su lonchera era una bomba - Nuevamente los chicos rompieron en carcajadas, Jack se sonrojó y luego tomó una postura más seria.

-Bueno, ya es suficiente. Jack está haciendo su trabajo y los protege por que los quiere. 

-Así es Ethan, además esa profesora no me dio buena espina -Unas cuantas carcajadas más y los chicos decidieron ir a descansar.

-Bueno, bueno, me iré a los brazos de Morfeo -comentó Alma, tomó a Salem y se despidió-. Buenas noches, familia.

-Descansa, hermanita.

-Que sueñes conmigo -Ethan le guiñó el ojo, mientras Alma le da un beso de buenas noches.

-Eso jamás-respondió en tono molesto Thomas.

-Ya, vamos baboso a dormir que tengo sueño.

-Si chicos, descansen. Los quiero

-Me too.

-I love you.

Nuestras mentecillas brillantes se dirigieron a sus habitaciones sintiendo que sería una excelente noche para sus hermanos.

-Estos

dos son un encanto.

-No tanto como tú ¿Lo dije en voz alta?

-¿Eh? Realmente eres rarísimo Ethan.

-Val.

-Dime.

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