Luego de que Irina tuviera inicios sobre la identidad de aquella figura masculina que había arrebatado la vida de su tía, e intentaba destruir la suya su coraje y valentía había desaparecido; aún así tenía por quien vivir, así que sin pensarlo dos veces accionó el gatillo de la pistola en repetidas ocasiones, pero ni un solo disparo salió de su pistola.
Aquella figura oscura llevó la mano dentro del bolsillo y sacó un puñado de proyectiles, los cuales lentamente los dejó caer al piso, Irina se sintió morir, temía por su pequeña hija, al saber que la pistola no le era de nada útil la lanzó con todas sus fuerzas contra aquel hombre, pero no logró causar ningún daño.
—Por favor cálmate, lo que busco de ti es algo diferente, te aseguro que si quisiera acabar con tu vida o la de tu hija, ya lo hubiese hecho sin andarme con rodeos, solo busco recuperar a mi esposa y poder vivir con ella la vida que siempre soñé; lo que sucedió con tu tía fue porque se lo merecía.
»Nadie que haya intentado