Meses más tarde.Luego de que Dmitriy entregó el puesto de la mafia, y vendió los resultados de su trabajo salió del país junto con su esposa e hijos, todos están encantados con los cambios que Dmitriy hizo por el bien de la familia.Irina disfruta el amanecer, el clima, el ambiente y por supuesto el atardecer, todo ha hecho que se sienta de manera cómoda. Luego de despertar llevó la mirada a su alrededor, su esposo no se encontraba, se levantó y fue directo a un pequeño balcón.—Hermosa vista —Irina se acercó y lo abrazó—. Este es el mejor lugar que he visto en toda mi vida, extraño a mis padres, me gustaría traerlos con nosotros.—Buen día cariño, la belleza de este lugar combina perfecto con el color de tus ojos y tus hermosos labios —Dmitriy se dio vuelta y la besó.—No te aproveches, estoy muy embarazada, pero una vez que estos pequeños estén fuera de mi vientre no te dejaré dormir —espetó Irina y luego mordió su labio inferior.—Estas vacaciones me agradan, aunque me canso de ha
Cuatro años más tarde.El lugar se encontraba decorado, serpentinas y globos colgaban de un lugar y de otro, el patio trasero se encontraba lleno de invitados; Dmitriy ya no se veía como aquel hombre preocupado y lleno de problemas que un día lo fue, ahora se veía sonriente como cualquier persona. Bebidas y comida había de sobra, Dmitriy se encontraba hablando con sus nuevos amigos y vecinos, cuando sus hijos llegaron de a montón.—Papi, papi, Miguel me está molestando con el globo de agua —sé quejó Antonio.—Eso es mentira papá, Antonio lo único que busca es que me llames la atención, solo intento divertirme con todos los regalos que nos han dado, este es el mejor cumpleaños, me encanta que todos nuestros amigos hayan podido venir —se excusó Miguel. —Basta niños no peleen y menos frente a los invitados, ahora vayan y continúen divirtiéndose —Dmitriy colocó las manos sobre sus cabezas y sacudió los cabellos.Antonio y Miguel eran dos pequeños idénticos a su padre, pero con el caráct
Felices por siempre. 20 años más tarde. Irina se sentía la mujer más feliz del mundo, era dueña y manejaba a su gusto una de las más grandes, poderosas, y reconocidas firmas de abogados, se sentía libre al no estar bajo la sombra de nadie, llevaba la vida que siempre soñó.Claro está que era mucho más de lo que un día llegó a imaginar; en aquel negocio se movía como pez en el agua, sus labores hacían que estuviera ocupada la mayor parte del tiempo, era apasionada por dar lo mejor de sí y esforzarse en conservar la reputación de su negocio. Los gemelos eran responsables, colaboraban en la firma de abogados, sin importar su edad, siempre fueron los consentidos de Irina, siempre les dio el cariño y el acompañamiento, guiándonos para que se formaran por el mejor camino.Antonio y Miguel ya no eran aquellos chicos busca pleitos, daban la vida por sus padres, además de esforzarse para llegar a ser unos poderosos y distinguidos abogados como su madre, eran dos apasionados por el deporte,
Dmitriy, el amo de la mafia.Moscú/ RusiaLuego de un largo viaje Dmitriy se encontraba de regreso en su país, estiró el cuerpo y acomodó su traje una vez que descendió del avión. Los autos al igual que sus guardaespaldas esperaban por él, debido a su oficio lo único que lo hacía feliz era estar al lado de su esposa.A la distancia su hombre de confianza se acercaba velozmente mostrando en su rostro preocupación, en la mano sostenía el móvil.—Señor...—¿Qué sucede?, ¿por qué actúas como si fueras un novato? —indagó mostrando su frialdad mientras se acercaba a uno de los autos. —He recibido una terrible noticia —Dmitriy continuó avanzando sin mostrar importancia, lo único que deseaba era estar en su casa y abrazar a su esposa—. Señor... Se trata de tu esposa —al escuchar aquellas palabras él sé detuvo.—¿Qué sucede con ella? —Dmitriy giró su cuerpo quedando frente a su hombre de confianza.—Yendo de regreso a la casa fueron interceptados, acabaron con los hombres a cargo de su segur
En cuestión de segundos en la entrada principal de la casa de Fedor se había desatado una terrible balacera; Dmitriy un experto a mano armada con sus dos pistolas derribaba hombres sin temor a morir. Dmitriy ingresó a través de la puerta principal quedando frente a unos cuantos hombres que apuntaban directo a su cabeza con armas de largo alcance. —Quietos, quietos todos —ordenó Fedor con aquel tono de voz ronca. Dmitriy con la mirada lo buscó, allí se encontraba él sentado cómodamente en el sofá disfrutando de una botella de whisky. —Maldito hijo de puta, ¿cómo pudiste acabar con mi esposa?, ¿por qué lo hiciste maldito desgraciado? —cuestionó Dmitriy mientras que su cuerpo temblaba de coraje. »Ya habíamos repartido el territorio, habíamos quedado que ninguno se pondría en el camino del otro, pero lo que has hecho ha condenado tu vida al igual que la de toda tu familia, porque juro que hasta que no vea al último integrante de tu familia tirado en el piso sin vida no me iré de
Irina siempre había admirado a su padre y siempre había querido ser como él, eso a pesar de sus rechazos y su desprecio; pero ahora todo había cambiado, el hombre perfecto que tenía como padre solo era una mentira más que tendría que soportar.Mientras que Fedor batallaba para liberarse de los hombres que estaban sosteniendo su cuerpo con fuerza, Dmitriy decidió ir aún más allá de lo que tenía planeado. —Te dije que tendrías que pagar por el daño que me causaste, y se muy bien con quien me voy a desquitar —Fedor intentó levantarse pero no lo consiguió. —Sé que mi padre cometió un grave error, pero no pienso permitir que acabes con su vida como si fuese un animal —Irina avanzó y se ubicó frente a Dmitriy impidiendo que se acercara a su padre. Dmitriy esbozó una leve sonrisa en su rostro y luego la empujó con fuerza cayendo en el sofá.—Por favor no le hagas daño, ella no tiene nada que ver, ya ha sido suficiente con la muerte de mi esposa —intervino Fedor logrando llamar la atención
Irina lamentaba lo que había sucedido, lo que pretendía que sería una visita corta había terminado en su peor pesadilla, las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras observaba fijamente al que según ella era el asesino de su madre. Nunca antes había sentido aquella sensación de querer atacar a alguien, tal y como lo estaba haciendo en aquel momento; aquel sentimiento de odio en contra de Dmitriy era tan fuerte que las uñas se enterraron en sus manos provocando que sangrara. —No importa cuanto me estas odiando, aprecio tu sinceridad al demostrar tus sentimientos, entre más crezca el desprecio en mi contra me sentiré orgulloso, porque así sabré que estoy haciendo bien mi trabajo, me encargaré de arruinar tu vida. »Tu destino a mi lado será sufrir hasta el último segundo de vida, lamentarás haber nacido en medio de aquella familia, antes de morir desearás con todas tus fuerzas no ser la hija del asesino de mi esposa —hablo Dmitriy con el tono de voz neutro mientras que con sus man
Luego de aquella intervención, Dmitriy continuó con su camino, por suerte Andrei logró convencer a Nicolay, porque de lo contrario si hubiese desatado una terrible balacera, donde posiblemente nadie hubiese salido con vida. Irina mantenía la mirada fija en el cristal de la ventana, su cuerpo temblaba, mientras que sus ojos vidriosos querían continuar derramando lágrimas, era imposible pensar en algo diferente que no fuera en la pérdida de su madre. Unos cuantos minutos más tarde, los autos se detuvieron, Dmitriy descendió, tensó la mandíbula y luego exhaló con fuerza, despedirse de su amada era algo que hacía que su cuerpo se estremeciera. Luego de que se tomó un poco de tiempo, fue directo hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo de su esposa, el cual era custodiado por Iván y el resto de sus hombres. Irina descendió del auto, su piel se erizo al estar en aquel sombrío lugar; fijó la mirada en el féretro, allí se encontraba Dmitry, quien dobló la cintura y recostó la frente s