BLAIR
Al final, Dom y yo optamos por anillos de compromiso de pareja porque era más divertido, y porque los que escogimos estaban hermosos. Cuando lo puso en mi dedo fue tan surrealista… no era la primera vez que tenía un anillo de compromiso al dedo, y esto era algo falso, pero se sintió tan bien.
Me sentía como una niña emocional.
Un par de días más tarde, le dije al abuelo que llevaría a Dominik a cenar esa noche porque teníamos una noticia que darles. Cuando llegamos del trabajo estaba nerviosa, debo admitirlo. El abuelo y Celia se encontraban en la casa, y Kristen «trabajaba» en alguna parte, en tanto Ray pasaba la noche en una pijamada en casa de uno de sus amigos de la escuela.
El abuelo parecía curioso al vernos, y yo me asemejaba mucho a una niña nerviosa y ansiosa.
—Oye, cálmate… vas a salir volando —murmuró Dominik a mi oído cuando pasamos a sentarnos a la mesa, pues llegamos justo a tiempo.
—Lo siento… estoy ansiosa.
El abuelo se sentó a la cabeza de la mesa, Celia a su de