Cap. 38: No necesito su amor, Stella.
Stella asintió, conteniendo las lágrimas.
—El médico cree que intentar forzarlo a recordar sería perjudicial. Podría causarle una crisis emocional… o incluso un daño más profundo. Necesita tiempo y espacio para que las cosas se aclaren por sí mismas —admitió, su voz quebrándose al final. Amaba a Mike demasiado para hacerle recordar de golpe todo el dolor que había vivido antes de perder la memoria.
Luciana, aunque comprendía la gravedad del consejo médico, apretó los labios con frustración. Le dolía ver a su hijo atrapado en una mentira, pero sabía que no podía hacer nada en este momento si eso significaba poner en riesgo su bienestar mental. Con una mezcla de resignación y desaprobación, miró a Stella.
—Mike es mi hijo, Stella, y te aseguro que lo último que quiero es verlo sufrir de nuevo —dijo, con voz firme, aunque sus ojos reflejaban una preocupación profunda—. Pero que esté pensando en esa mujer, en Evangeline, como si aún la amara… —Luciana apretó los puños, intentando mantener