Cap. 37: Sigue enamorado de Evangeline.
Luciana y Miguel, que aún procesaban el shock de ver a su hijo, se volvieron hacia Stella con una mezcla de incredulidad, seriedad y asombro en sus miradas. La emoción de haber encontrado a su hijo sano y salvo se transformó en una expresión de profunda decepción y desconcierto mientras observaban a la mujer que creían conocer.
Stella sintió cómo la mirada acusadora de los padres de Mike la atravesaba, y su garganta se cerró, apenas pudiendo pronunciar palabra.
—Yo… no… no fue… yo nunca quise… —balbuceó, sintiendo que las palabras la traicionaban mientras intentaba encontrar una manera de defenderse. La vergüenza y el miedo se apoderaban de ella, y cada intento de explicación se enredaba en su propia culpa.
Miguel dio un paso al frente, su rostro mostrando una seriedad implacable.
—¿Qué significa esto, señorita? ¿Realmente hizo creer a nuestro hijo que era su esposo? —preguntó con tono grave, su voz cargada de una mezcla de incredulidad y desdén.
Stella, con los ojos llenos de lágrima