Salvatore Mancini.
Camino por el piso mientras arreglaba el puño de mi camisa. Debía de presentarme en Paraíso dentro de una hora más y aún debía de comer algo para poder sobrevivir a este día.
Cuando entro a la cocina, me detengo de golpe al ver la escena frente a mi. Isabella estaba vestida con una de sus pijamas cortas frente a Luca, quien sostenía un biberón de leche entre sus manos. Luca le sonreía a Isabella mientras ella preparaba el desayuno.
La miró en silencio mientras veía como ella interactuaba con Luca, sin siquiera percatarse de mi presencia. Isabella preparaba panqueques mientras que Luca estaba frente a ella con una hermosa sonrisa regordeta.
La escena era tan simple, pero también tan dolorosa.
Por un momento creí que nada había sucedido entre nosotros, que nunca hubo una traición por su parte, que jamás huyó embarazada, que jamás me mintió.
Que solo éramos nosotros tres, una familia.
El solo imaginarlo, dolía como el maldito infierno.
Luca fija su mirada azula