Salvatore Mancini
Entro a mi despacho completamente molesto, solo para encontrarme a Matteo follando con una de las mujeres que trabajaban en el club. Ruedo mis ojos y fijo mi mirada en Matteo.
—¿Esto haces cuando no estoy?---le pregunto
La mujer suelta un chillido de sorpresa y luego al analizarme bien, me sonríe de manera coqueta. Que ni crea que me la follare.
—Arruinas la diversión—suspira Matteo
—Puedes unirte si quieres—habla la mujer
—No, ahora vete—le ordenó
La mujer mira a Matteo y este solo agita su mano dándole la señal para que se vaya. Ella se baja el vestido que tenía enrollado en la cintura y acomoda sus tetas para después bajarse del regazo de Matteo, quien empezaba a guardarse la polla.
Apenas estuvimos los dos solos, me acerco al minibar y me sirvo una fuerte copa. Necesitaba un poco de alcohol para olvidarme por un momento de Giulia.
—Más te vale cambiar ese sofá—me ubico tras el escritorio—quizás cuántas veces has follado aquí en mi ausencia.
—Solo un par d