Por Alberto
No me puede estar pasando esto.
El universo conspira contra mí.
Vivián viajó conmigo, es verdad, pero estamos divorciados, no la toqué, no la miré, la desprecio mucho, pero son muchas empresas las que tenemos en común, somos socios y no podemos disolver nuestra sociedad, quedarían cientos de personas en la calle.
La revista puso lo que interpretó.
También puso lo que vendía, la vida perfecta de un multimillonario.
Subí a mi auto, manejé dos cuadras, pero acordoné el auto, no podía seguir.
Sentí que todo se volvía negro, apenas llegué a llamar a Claudio, lo tengo en marcado rápido.
Me sentía realmente mal.
No sé si me desvanecí, ni cuanto tiempo pasó, pero Claudio y Miguel estaban golpeando la puerta de mi auto.
- ¿Qué te pasó?
Me preguntó Miguel.
Ambos estaban preocupados.
-Ella se fue, no está, se esfumó de mi vida.
Nadie podía pensar que el hombre exitoso había colapsado por el amor de una mujer.
Yo estaba temblando.
No estaba seguro de lo que me sucedía.
Mi auto quedó