Por Alberto
Apenas llegué a mi casa, María me informó que Alice estaba con mi madre, en mi habitación.
Pensé que mi progenitora le estaría haciendo un regalo en privado a Alice, alguna joya familiar, o algo así.
Las dos son discretas en ese sentido y no son ostentosas.
Creo que Ednita se está pasando, pareciera que está acosando a mi novia, a mí no me molesta y Alice jamás le haría un desplante, pero ella aún trabaja para Lima y a posiblemente tenga asuntos que resolver desde su computadora y también está el asunto de la representación de modelos.
Estaba pensando eso cuando abrí la puerta y las encontré a las dos abrazadas y llorando.
Realmente no entendía nada.
Me asusté porque esa escena no era normal.
- ¡Dios mío! ¿Qué sucede?
El pánico se apoderó de mí.
La imagen de Vivián apareció en mi mente, supe, por la gente de seguridad, que se había acercado a Alice y a mi madre, a lo mejor, ese encuentro fue peor de lo que me informaron.
Lugo vi que, a pesar de las lágrimas, las dos sonreí