Por Alberto.
Mis palabras no le gustaron a Alice y yo sentí que me había atrapado, aunque no era una mentira y nunca pasó nada de lo que ella pensaba.
- ¿Cuándo se lo aclaraste?
No tenía vuelta atrás.
-Una vez, hace un tiempo… ella insinuó algo.
-Y después de eso, la ibas a besar en el parque, delante del niño.
-Ese día te extrañaba más que nunca, me sentía solo y ya estaba harto de pasar noches con prostitutas, estaba confundido.
-Sé que no pasó nada entre ustedes, pero lo que quiero saber si de tu parte, quedó algo latente, si te atrae.
-No, te juro que no.
-Es una mujer bonita.
-Sí, es bonita, pero no me atrae, no es de las mujeres que me puedan atrapar o retener.
-Es curioso.
Dijo con una sonrisa que me supo a problemas.
-Apenas te fuiste con el niño, me dijo que por fin te había atrapado.
Me quedé rígido.
No quiero tener problemas con Ali, menos por Carla.
-Le contesté que no se equivoque.
Es increíble, con esas palabras, marcó quién era ella y estoy seguro le puso un límite que