Sus miradas se conectaron con gran intensidad, Rafael la sostuvo de la espalda mientras la besaba con devoción.
Sus dedos se clavaron con fuerza sobre su piel. Las prendas comenzaron a caer con lentitud, sus besos aumentaban en intensidad, al mismo tiempo que sus cuerpos querían explotar ante la temperatura que iba subiendo sin parar.
Rafael descendió por cada centímetro de su piel provocando gemidos incontrolables en ella.
Tenerla a su merced era la mejor sensación que su cuerpo podía experimentar.
Abigail agarraba las sábanas con fuerza a medida que él iba descendiendo.
Su cuerpo se ubicó en medio de las piernas de Abigail, ella jadeo al sentir la dureza en medio de sus piernas.
Sus cuerpos desnudos completamente erizados ante él más mínimo contacto del uno con el otro.
Un gemido gutural salió de la boca de Abigail cuando él entró en ella. Sus dedos se entrelazaron mientras daban pequeños apretones en cada uno de sus movimientos, sus pelvis se movían con lentitud.
Sus labios