Después de que arrestaron a mi padrastro y lo mandaron a prisión preventiva un tiempito, por su fallido intento de homicidio el Doctor Darren se dedicó a cuidarme en cuerpo y alma, vigilando que nadie se acercará a mí a excepción de Alexander puesto que era el único en quien confiaba, cualquiera lo veía a simple vista: mi esposo de verdad me amaba, con una devoción que resultaba casi dolorosa para cualquier mortal que no supiera lo que es sentirse verdaderamente enamorado; muchas veces me arrepentí de ser tan insensible aunque no podía negar que después de descubrir que me había mentido con respecto a acostarse con mi hermana antes de ser mi novio me decepcionó en demasía.
Pero yo no lo podía odiar tanto, a pesar de todo era bueno, incluso después de que yo lo había odiado de forma tan visceral durante los últimos tres años se mantenía leal a mí y de cierta forma yo también a él; nunca había mirado a otro con ojos de amor, no porque no quisiera sino porque en mi mente y, sobretodo, en