Mundo ficciónIniciar sesiónAileen aceptó encontrarse con Leo al día siguiente, él, con su sonrisa de siempre, se ofreció a ir por ella a casa.
— Te paso trayendo ¿Sí? — dijo apoyando los codos en las rodillas, con la mirada fija en ella, pero Aileen negó con la cabeza al instante.
— No, mejor no vengas, si mi mamá te ve, va a empezar a hacer preguntas que no quiero responder. — Leo alzó las cejas, curioso, pero no insistió.
— Está bien ¿Dónde entonces? — apenas podía esconder su emoción.
— En el puente, a las tres, no llegues tarde. — dijo con una media sonrisa.







