Bruja de lobos. 6
Leo puso una mano protectora sobre su cintura, acercándola un poco más a él, mientras sus ojos dorados recorrían a los visitantes con intensidad.
— No se acerquen. — gruñó, pero la advertencia tenía un dejo de diversión, como si disfrutara el pequeño desafío.
— ¡Oh, vamos! — replicó el lobo caramelo, moviendo la cola con entusiasmo — Solo queremos conocerla, no morderla. — Leo bufó y apretó los dientes.
— Si tocan un solo pelo de ella, se arrepentirán. — Aileen, con una mezcla de nervios y diversión, susurró a Leo.
— Son... enormes ¿Siempre vienen así de juguetones? — ella los reconoció de inmediato.
— Solo cuando quieren provocarme... — respondió él, sus ojos brillando mientras estudiaba a los tres licántropos — Y hoy están muy curiosos. — los tres lobos se acercaron un poco más, oliendo el aire, sus ojos brillando con curiosidad, mientras Leo se mantenía firme a su lado, el alfa y protector, dejándole a Aileen la seguridad de que no pasaría nada, aunque la adrenalina corría por sus v