Mundo ficciónIniciar sesiónAileen, sin embargo, no estaba dispuesta a dejar que siempre fuera él quien llevara la ventaja, se recostó un poco, observándolo con un brillo travieso en los ojos.
— ¿Sabes qué estaba pensando? — preguntó, dejando que su tono pareciera inocente, aunque nada en su mirada lo era.
— Mmm... — Leo entrecerró los ojos — Cada vez que empiezas así, me preparo para lo peor. — entrecerró los ojos.
— No es nada malo... — insistió ella, girando un mechón de su cabello con los dedos — Solo, que tus manos son tan grandes... — hizo una pausa dramática, inclinándose un poco hacia él — Serían excelentes para, consolar.







