PRIMER LIBRO DE LA BILOGIA, "EL ARTE DE AMARTE". Mia es una joven muy hermosa y esbelta de figura que tiene veintiún años, desde niña practicó diversidades de tipos de baile. Pero nunca imaginó que terminaría trabajando en un bar muy reconocido de su ciudad como bailarina de tubo. Y todo para poder mantener a su sobrina, ya que su hermana se perdió en el mundo de las drogas. Todo marchaba muy bien para Mia, trabajaba por la noche y por el día cuidaba de su sobrina. Ganaba lo suficiente como para que nada les hiciera falta, una noche recibe una propuesta de su jefe, la cual era imposible decir “no” si se trataba de 10mil dólares por bailar una noche en una fiesta privada de empresarios. Nunca imaginó lo que esa noche desembocaría en su vida, cuando luego del show un desconocido se le acercó y gruñéndole en el oído le dijo “Mía”. Lo cual hizo que se erizara cada vello de su piel, pero lejos de pensar en lo que eso significaba para aquel hombre, se asustó porque creyó que su identidad fue revelada, así que huyó. Alessandro Silver, es un gran magnate de la ciudad, pero no solo es el empresario solterón más codiciado por todas las mujeres de la ciudad, si no también es un poderoso alfa de la manada SilverMoon (Luna plateada), quien lleva años buscando a su mate sin suerte o eso creía hasta asistir a esa fiesta privada.
Leer másHabía llegado muy cansada a casa, eran cerca de las tres de la madrugada y ya no sentía mis piernas. El show había salido muy bien, tanto así que mi jefe me dijo que había sido una de las pocas escogidas para un gran evento que harían en el bar la otra semana, el cual era tan exclusivo que tendríamos el doble de seguridad nunca antes visto. Además de que vendrían famosos y personas muy importantes, la verdad es que era algo increíble. Sin embargo, no podía creer que esos hombres tan importantes y con tanto dinero pagaran por show tan baratos y desprolijos para las mujeres que como yo lo hacíamos por necesidad.
Que más daba, igual necesitaba ese dinero. Annie ha estado enferma, por lo que llevarla al hospital y las medicinas me quitaban gran parte de mi sueldo. Teníamos deudas, por lo que sería una gran ayuda, ese extra. Me quede dormida luego de recordar mis cuentas y que debía pagarle la colegiatura a Annie, ya que luego de que mi hermana nos abandonará. Decidí darle el mejor futuro a mi sobrina y la mejor educación posible. Haría todo por sacarla de este barrio tan peligroso, no era apto para una niña tan ingenua y noble como ella. además de ser riesgoso porque aún venían a buscar a Hannah sus vagos amigos, los cuales su mayoría eran drogadictos y los quería lo más lejos posible de mi pequeña.
Al siguiente día desperté muy temprano, quería hacerle un rico desayuno a Annie, así que salí a comprar tocino, huevos, queso y tostadas. Luego de preparar todo lo lleve hasta su cama, sorprendiéndola, se levantó muy contenta.
—¿A qué se debe despertar tan maravillosamente?—preguntó sonriente.
—¿Qué? ¿Tú tía no puede levantarte con un desayuno a la cama?—pregunté sirviéndole la bandeja en sus piernas, luego de que se sentará.
—Sí, pero es raro que lo hagas. Es más es raro que estés despierta a esta hora, si ayer llegaste más tarde de lo usual—respondió dándole un mordisco enorme a la tostada.
—Lo sé, pero me quede una hora extra ayudándole a limpiar a dory, además que me pagaron un poco más—respondí.
—¿Por qué trabajas tanto? Tía no quiero que te enfermes, trasnochar todos los días puede ocasionarte enfermedades—respondió con dulzura.
—Porque las cuentas no se pagan solas, Ann—respondí—, Además no te preocupes por mí, yo soy la adulta aquí, ¿Esta bien?—respondí divertida y ella me abrazo.
—Sí, tía. Gracias por cuidarme y quererme tanto, no como mi mamá que me dejo tirada como si fuese una muñeca trapo—respondió triste.
—Eso ya no importa, ¿sí?—respondí—, Me tienes a mí, nunca te dejaría.
—Lo sé, te quiero mucho, tía—respondió abrazándome nuevamente.
—Y yo a ti, preciosa—le contesté—, Ahora corre a colocarte el uniforme, se nos hace tarde.
Asintió y se levantó de la cama, la tendí mientras ella se duchaba y vestía. La miraba peinar su cabello rubio con tanto esmero que me dolía el corazón creer que Hannah decidió perderse esto, ver a una niña tan hermosa y buena como Annie crecer.
Pero así era la vida, sé que fue consciente al tomar su decisión. Annie tenía trece años, no era una niña ingenua y fácil de engañar. Cada vez que volvíamos del colegio la veíamos drogándose con desconocidos que traía constantemente a la casa, me daba pavor el solo hecho de imaginarme que alguno de ellos drogado pudiera abusar de mi pequeña niña. Así que le agradecí inmensamente al universo que ella haya tomado la decisión de dejarnos y vivir su vida de vicios y hombres lejos, sobretodo de Annie. Era más difícil para mí mantener la casa sola, ella a pesar de no trabajar siempre conseguía dinero. Supongo que se prostituía, porque más de una vez me lo dijo, no quise creerlo, pero desde que murieron nuestros padres Hannah perdió la cabeza, dejo su carrera, dejo a su buen novio Thom, dejo su trabajo, dejo todo. No sabe ni siquiera quién es el padre de Annie, por lo que fue madre soltera, desde siempre. Annie sufrió mucho durante todos estos años, así que era necesario que ahora fuera una niña feliz. Así que lejos de quejarme de mantener sola la casa, le agradecía al universo, por darnos una segunda oportunidad de vivir mejor y alejadas de la toxicidad de Hannah.
Mi día pasó muy rápido, luego de llevar al colegio a Annie, pagar su colegiatura y comprar su nuevo uniforme de deportes. Me había quedado con poco más de doscientos dólares y debía pagar la luz o nos la cortarían. Así que fui a la oficina y pedí el recibo, eran exactamente ciento setenta y ocho dólares. Me quedaría veintidós dólares para la comida, así que anhelaba como nunca que llegará ese dichoso evento.
Los días pasaron, logré reponerme un poco de los gastos gracias a las propinas de los clientes del bar. Me sentía mucho más tranquila porque al menos había logrado pagar las cuentas, Annie estaba estudiando y tenía su tan necesario uniforme. Ya que al no saber que lo habían cambiado, no lo tenía y no había asistido a dos clases por esa razón. Hoy finalmente era el gran día, serían los diez mil dólares mejores recibidos.
Estaba alistándome en el camerino con mi compañera de escenario. Me coloque mis medias de red negras, la falda extra corta de color rojo. Los tacones altos y puntiagudos, la blusa que dejaba ver gran parte de mi pecho, la corbata roja y unos guantes largos de seda. Y claro mi infaltable antifaz, que cubría gran parte de mi rostro, dejando ver solo mis labios. También use mis lentillas de color rojo, para verme más como el tema “un demonio”. No entendía porque de tantas temáticas a elegir, habían escogido está, pero como decía mi jefe “Al cliente lo que pida”.
La música sonó y con mi compañera nos dimos un asentimiento, saliendo juntas al mismo tiempo. Ella por la derecha y yo por la izquierda, corrí hacía ella y ella coloco su mano como un escalón, de forma que salté para llegar a lo más alto del tubo, hice mi silueta y pose, para luego bajar a través del tubo con mucha sensualidad. Mientras mi compañera hacía sus pasos, acompañada de la canción. Los silbidos y gritos del público no tardaron en hacerse oír, me centré en cada pieza de la rutina, no podía salirnos mal. Seguí la pista de la canción y baje jugando con mis piernas alrededor del tubo, mientras acariciaba mis muslos con mis manos. Podía escuchar los comentarios de todos esos hombres enloquecidos por nuestro show, la tentación es nuestra mejor arma. Así que volví a repetir la escena pero esta vez baje mucho más lento, para luego incorporarme al cambio de ritmo, ahora iba más rápida y era turno de mi compañera en subirse al tubo. Así que me mantuve caminando por el escenario con movimientos atrevidos, hasta bajarme y caminar por los entre los expectantes. Me detuve en uno y baile sentada en sus piernas, mientras el foco apuntaba hacía mí, hasta que logré mi cometido, al sentir su erección me levanté volviendo al escenario.
El show había salido simplemente espectacular, mi jefe nos felicitó y nos dio nuestro pago en efectivo, además de darnos un extra porque le había encantado escuchar las felicitaciones de los clientes.
Sonreí satisfecha, esto era lo que necesitaba. Más dinero y así poder comprarle el teléfono que tanto me pedía mi sobrina, estaba por irme cuando un hombre me tomó con una fuerza sobrenatural del brazo y me llevó a la parte trasera del escenario. No me gustaba quitarme el antifaz en el bar, porque podría revelar mi identidad. Por lo que solo me cambiaba la ropa. Y el antifaz lo quitaba al llegar a la estación de servicio de combustible de enfrente. Me asusté mucho pero no podía ver su rostro, ¿Acaso fue al cliente que le baile sensual? ¿Por qué me trajo aquí? Cuando estaba por gritar tapó mi boca con su mano, me desespere intentando patearlo. Pero el solo me olfateaba, luego mis vellos se erizaron cuando me habló.
—Mía—dijo gruñendo en mi oído.
—¿Có-cómo? ¿Sa-sabe, mi no-nombre?—articule a preguntar, mientras sentía mucho más temor.
De repente dejándome totalmente confundida desapareció en cuestión de segundos, sin entender nada hui del bar. Volviendo a casa, sin comprender aún lo sucedido y simplemente sintiéndome descubierta, ¿Qué haría ahora?
¡Hola a todos y todas! Como anuncie en la sinopsis del libro, Una bailarina para el alfa es parte de una bilogía titulada “el arte de amarte”. Su segunda parte ya se encuentra disponible en mi perfil, como “UNA ARTISTA PARA EL ALFA”. Esta parte narra la historia de la juventud de Annie, la sobrina de nuestra protagonista de este libro, Mia. Espero que les guste mucho, también pueden encontrar el libro buscándolo directamente en el buscador de la pagina o app. El libro de Annie esta en proceso, NO ESTA COMPLETO. Les agradezco por la espera y me disculpo por demorarme tanto en escribir la segunda parte. ¡Nos leemos en el otro libro!
La vida es como un juego de azar, podemos tener la mejor racha y de un momento a otro perderla o bien, podemos llevar una racha perdedora y luego cambiarla a una ganadora. Otra paradoja podría ser que estábamos subidos en un carrito dentro de una montaña rusa, podemos llegar a la cima y luego irnos en picada hasta la parte mas baja. Es la relatividad de lo espontaneo y creativo de la vida, no sabemos nunca cual será nuestra suerte. En mi caso sentía que me encontraba en el ápice de la felicidad, casada y marcada por el hombre de mis sueños, formamos una hermosa familia con mi sobrina y nuestro hijo que no tardaba mucho en nacer, hoy cumplía nueve meses de embarazo. Había tenido mi ultimo control prenatal y podía ser cuestión de minutos, horas, días o semanas para su nacimiento. Lo cual me llenaba de ansiedad, moría por cargarlo en mis brazos y llenarlo de amor. Pero también tenia miedo
El bonito mes primaveral había finalizado, dando paso al cumpleaños de Annie. Los nervios se encontraban a flor de piel y es que el momento más esperado había llegado. Tuvimos que esperar mitad de mes, para poder llevar a cabo el ritual de la marca. Ya que debe realizarse en la primera luna llena del mes, me encontraba tan nerviosa como esas novias que se casan frente a un altar, podría decirse que se trata de la misma ceremonia o una similar. Todo comenzaba a mejorar, para toda nuestra familia. Poder escuchar a Kiriah, me daba una sensación de tranquilidad y paz. La maldición había desaparecido y mi única preocupación del momento era el nacimiento del bebé que llevaba en mi vientre. Pronto tendría el segundo control prenatal y aunque ya sabía que sería niño, moría porque llegara el momento en que el doctor lo dijera por si mismo.Por otra parte, Shels y Samuel se h
Al llegar a la mansión, recibí la mejor sorpresa de todas. Alessandro se encontraba sentado en el sofá de recibimiento, esperándonos. ¡Estaba libre! Sin poder evitarlo, corrí abalanzándome a sus brazos. Bese sus labios con suavidad y no podía dejar de abrazarlo. Fueron dos días, pero se sintieron eternos y muy largos. Al parecer todo estaba mejorando para nosotros, estaba saliendo el sol después de tanta lluvia.—¿Cómo es que estas libre? —pregunte, separándome de él. Y dejando que los demás lo saludaran, en especial Annie. Quien había vuelto a ser igual de risueña sorpresivamente, quizá echaba de menos a Alessandro como todos.—Entregue al cabecilla de la mafia, no era ninguno de mi manada, por supuesto—responde orgulloso—, Lamento decirte que Heather mintió y no hay manera de conseguirte la custodia de
Dos días habían pasado desde que Alessandro fue arrestado. Dos días en los que me carcomía la cabeza pensando en él y su bienestar. No había noticia alguna suya, Samuel contacto al abogado y solo nos dijo “No puede saberse nada de él, hasta que terminen las acusaciones y lleguen a un acuerdo. Es posible que Alessandro negocie su libertad, entregando a un gran cabecilla de la organización”. Pero claro que eso no pasaría, Alessandro no entregaría a nadie. El era un hombre honorable y muy leal, tenia sus principios muy marcados y siempre me recordaba lo mucho que cuidaba y amaba a su manada. Y lastimosamente todos se encontraban relacionados a esos negocios de mala muerte.Por otra parte, Samuel estaba asumiendo el puesto de Alessandro en todos los negocios. Me preocupaba que le sucediera algo también a él, porque entonces quedaríamos mas solas y desprotegidas. An
Era una mañana nublada y lluviosa, el invierno azotaba con fuerza la ciudad. El cambio climático había sido brusco, pero pasar de un sol veraniego a la estación invernal, era mi momento favorito. Amaba los días grises y lluviosos, me gustaba sentir la brisa azotar mi rostro con frescura. Usar ropa abrigada y tomar mucho café. Los días pasaron como un relámpago, la diosa Hécate disfrutaba torturándome en mis sueños. Ya que no logró aterrarme con las apariciones de mi hermano muerto, había logrado manejar mi mente y distinguir la realidad. Pero en mis sueños, se inmiscuía con fervor, haciéndome gritar del dolor en el momento en el que la veía desgarrar mi vientre y robar mi hijo. Otras veces esperaba que naciera y me lo robaba de mis brazos, pero la peor de todas fue cuando la vi arrancarlo de mis entrañas y comérselo. Su manera siniestra de tortur
Último capítulo