Mundo ficciónIniciar sesiónAileen pasó sus dedos por las páginas sin enfocarse realmente, su mente iba y venía entre el poema y la rabia amarga que se le agolpaba en el pecho, hasta que escuchó su nombre.
— Aileen, por favor, lee el siguiente fragmento. — se aclaró la garganta, respiró hondo y leyó.
— Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. — su voz fue clara pero cargada de una ironía cortante, el salón quedó en silencio.
— Perfecto... — dijo la profesora con una leve sonrisa — Hay dolor en esos versos, pero también deseo, como si amar doliera y gustara al mismo tiempo. — Aileen cerró el libro despacio.







