••Narra Frederick••
Al parecer, había alguien muy aburrido suelto en la ciudad y no me refería exactamente al asesino. Obviamente, fue alguien contratado. Ahora la pregunta era, ¿quién le pagó?
Ya de por si, tenía muchos enemigos que les molestaba mi influencia y lo rápido que he crecido en el mercado. Sin contar los enemigos que me he ganado por defender lo que es mío.
Mis ojos fueron a la mujer sentada en la camilla, que me observaba con aquellos ojos verdes expresivos que eran capaces de hacer que se me derritiera un órgano que en el pasado creía muerto.
Por protegerla, me lancé a la yugular tres familias influyentes. La de Travis, Miranda y David.
Con el primero, dudaba que me tuvieran como sospechosos y si fuera el caso, le darían poca importancia, ya que solo tienen familiares lejanos que deben estar más que felices por quedarse con su fortuna.
La segunda casi no tenía influencia, pero su padre sí. Aunque lo peor que le había pasado bajo mi tutela es la mordida de Cenizas y