—¿Entonces ahora te emborrachas y vas a casas de desconocidos? ¿Conoces algo que se llama enfermedades de transmisión sexual, embarazo? —inicia cruzando los brazos sobre su pecho. —¡Ya no me regañes! Ya aprendí la lección, no lo volveré a hacer… eso solo que León, quiere encontrarse conmigo… —¿Ya no habías solucionado eso enviando a uno de tus socios? — pregunta, mirándome de arriba abajo. —Quiere hablar con la dueña, no con el socio, no sé qué más hacer— le digo sentándome a su lado. —¿O sea que todavía dejas que él te afecte? Una punzada de dolor recorrió mi cuerpo. —No voy a hablar de eso, Santiago. —¡Oh!, ahora soy Santiago, cuando no quieres que hable de las cosas sin tapujos no te gusta. O explícame por qué haces algo que no haces como lo es tomar solo por León… —¡Déjame en paz! —¿Por qué? —¿Estoy diciendo mentiras? ¿No lo acabas de decir con tu propia boca? Sabes que nunca te diré lo que quieres escuchar, siempre te digo la verdad, para que entiendas lo que crees ignorar. —No s