Hana, sin embargo, no paraba de pensar en sus padres y en su abuelo. Era triste saber que no podría tener la oportunidad de verlos de nuevo como lo estaba haciendo ahora con su abuela. A Hana no le importaba que no llevara sus genes en la sangre, seguían siendo su familia y no dejaría de considerarlos como tal. Por lo tanto, la fuerte noticia no dejaba de ser dolorosa por más que intentara no reflejar cuánto le afectaba.
También tenía que destacar que el "secreto" que su abuela mencionó en su relato rondaba sin cansancio por su cabeza. No podía preguntarle más a fondo sobre el asunto ya que ella aclaró que ellos no sabían a qué se referían los Bell con eso. Conocían un supuesto secreto suyo, pero, en caso de ser verdad, ¿cuál sería?
Tampoco podía dejar atrás la sorpresa que se llevó al saber que conocía e incluso jugaba con Jackson durante su niñez. Su abuela no se hundió demasiado en el tema, sólo mencionó que era la única que lo supo, debido a que Hana le había dicho el nombre de su