113

No me interesaba pecar de valiente, pero sabía que no podía quedarme allí esperando su ataque.

Tomé el hacha pequeña que colgaba de mi silla de montar, taloneé mi semental y me lancé al galope contra ella. Los demás vinieron detrás de mí sin vacilar. Mendel y Artos me gritaron para que me detuviera. No respondí y me cerré a todos, los ojos fijos en mi enemiga jurada, el corazón batiendo en mi pecho como un tambor.

Desvié su primer golpe con el hacha, ignorando el dolor que se extendió por todo mi brazo izquierdo y descargué mi espada contra ella. Pero nuestros caballos traían demasiado impulso para detenerse y continuaron unos metros más en direcciones opuestas.

Las otras amazonas ya llegaban. Las ignoré, dejando que los demás se encargaran de ellas, hice voltear mi semental y volví a azuzarlo contra Olena, que hac&ia

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP