187

Eldric regresó de un humor de mil demonios, de modo que Olena me envió de regreso a mi habitación.

—Yo me encargaré de calmarlo para ti —me dijo con un guiño cómplice—. Procura verte más bonita que nunca antes.

No se lo hice repetir y me largué apresurada. A mis espaldas, Eldric clamaba asesinato y traición. Tenía razón con lo de asesinato. ¿Traición? Eso dependía del punto de vista. Y desde el mío, no había traicionado a nadie al matarlo. Más bien al contrario.

—¡Mael! —llamé con mi mente tan pronto estuve en mi habitación.

Nada.

Resoplé exasperada. No era el momento de cerrarse. No a mí.

¡Alfa! —restallé.

—Ri… sa…

—Sí, mi señor, soy yo.

—¿Don… de…?

Contuve un grito de pura alegría, porque me había respondido sin que precisara abusar de la voz de mando.

—Esta noche iré a verte, mi señor —respondí revolviendo mis vestidos en busca del más provocativo que tuviera—. Y nos largaremos de aquí.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App