Capítulo 32 – Ataques. Miedos. Confianza
La alarma llega hasta los oídos de uno de los guardias centrales el cual corre hacia la mansión. El teléfono de Nicolay suena unas seis veces, pero se lo ha dejado en la pequeña habitación que le sirve de desayunador en la parte oeste de la mansión donde se encontraba antes de que llegara Peta e incluso, Emily.
El golpe en la puerta de la oficina de Nicolay no es un llamado, tampoco prevención, es una alerta roja. El hombre abre la puerta al escuchar la voz de su jefe que grita, adelante. Nicolay ya está de pie cuando ingresa.
—Señor Romanov —dice el guardia, con la voz entrecortada—. Están atacando el refugio.
Nicolay sale de detrás del escritorio buscando sus armas. Abre el cajón colocando sus huellas y al sacarlas les coloca los cargadores sin flaquear. Su rostro una mascara de seguridad y entereza. Respira profundo cuando saca el arnés que utiliza de soporte para sus dos bebés y mira al hombre que tiene enfrente.
—¿Qué más?
—Darko ha llamado. Está firme, pero alarmado. No tiene s