La mansión Romanov se encuentra en estado de alerta. Nicolay camina por el pasillo principal con paso firme, rodeado de sus hombres dictando ordenes, confiando en cada uno de ellos. Las armas en su cintura, el rostro endurecido, la decisión tomada.
—Encierren a Peta en uno de los calabozos —ordena sin mirar atrás—. No la quiero cerca de Emily. Al regresar decidiré que hacer con ella por lo pronto, manténganla custodiada.
—Yes, Boss —responde uno de los guardias.
—¿Cuál es tu nombre? —señala un hombre con rostro muy serio entrado en los veinte.
—Samvel, Boss —responde en ruso.
—Te dejo a cargo de Emily. Cuídala. Resguárdala, pero no la toques o te corto las manos.
—Yes, Boss —se retira buscando a Emily que se encuentra nerviosa caminando de un lado a otro.
—Tu, ve por Peta y has lo que he dicho. Enciérrenla.
Es lo ultimo que dice antes de salir y dirigirse hacia el helipuerto para abordar el helicóptero que lo llevará hasta el refugio donde contrarrestará el fuego para sacar a los herm